31 de mayo de 2012

Floridenses, floridenses, .......... dónde fueron a parar!!...










…."Cada persona brilla con luz propia entre los demás. No hay dos fuegos
iguales, Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos colores. Hay
gente de fuego sereno, que ni siquiera se entera del viento, y gente de
fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos bobos que no
alumbran ni queman: pero otros arden la vida con tantas ganas que no se
puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende“

 

A Néstor lo conozco de chiquito. Chiquito él, no yo. Bueno, la verdad es que ninguno de los dos fuimos nunca muy grandes. Tirando para el lado del perfume, no del veneno.
Incluso trabajamos juntos un par de años, allá por el setenta y pico, y tengo muy buenos recuerdos de esa época en que ambos estábamos empezando. Y hasta jugamos al fútbol juntos, en el viejo y querido Artigas de los Larroca, Chumino, Olguín, el “chivo” Romero, “Bubi” Mercadal, Mion, el “Coco” Rodríguez, Berrondo… y mil perdones para los que me olvido. Y también en algún “Florifútbol”, en un equipo de rejuntados bajo la batuta de Carlitos Martínez.
Vecinos del barrio – la Diagonal – además. Me acuerdo de la entrañable mutua relación de mi hija mayor con el Cheno Vaz, inefable personaje que trasmitía una serenidad total, emanada de su carácter reposado y su nobleza genuina.
Por eso me atrevo a decir que lo conozco desde chico. Y les puedo asegurar que fue y sigue siendo un auténtico producto de ese hogar cálido, amigable, sencillo y humilde. Inaplicable en este caso el dicho de “compadre como todo petiso”. Claro que en esa época no teníamos nada para compadrear, pero tampoco nos podíamos imaginar lo que llegaría a ser, en todos los aspectos que abordó – salvo el fútbol -, el “Chueco” Néstor Vaz.
Seguramente todos lo conocemos especialmente por su formidable éxito como bandoneonista – intérprete, compositor, arreglador – que ya ha trascendido un montón de fronteras. Maestro indudable, es capaz de extraer del instrumento sonidos tan deliciosos que uno se pregunta si realmente eso está sucediendo. La explicación es que aún con sus dedos regordetes y medio mochos, le pone tanto del amor que siente por la música que hace fácil lo que para el 99 y pico % de la Humanidad sería imposible. No hay caso, el bandoneón ese que escuchaba de niño en manos del Cheno, es el amor de su vida. Y no te enojes, Milka, pero si le diéramos a elegir entre los dos, capaz que tenemos lío.
Yo me/le debía el concurrir a una actuación en vivo suya, porque a pesar de que seguido me deleitaba escuchando un CD de su Quinteto que me regaló hace ya tiempo, todos sabemos que en vivo es otra cosa. Y me saqué las ganas el sábado pasado en el teatro 25 de Agosto. No tengo ni la más pobre idea de cómo se hace una crítica musical, lo que sí sé es que fue algo superlativo, palabras mayores. No sólo por el deleite para los oídos, sino por la sencillez de todo, la puesta en escena, el respeto y reconocimiento a cada uno de los músicos y la entrega y calidez de las interpretaciones. Monstruo, el “Chueco”, y todo su Quinteto, que para no desentonar cuenta con otro floridense eximio bajista como Cono Castro.
También la mayoría de ustedes debe conocer que Néstor, además del bandoneón, sabe agarrar pico y pala para escarbar los suelos, en su carácter de ingeniero geólogo.
Pero lo que quizás muchos no saben es que, por si faltara poco, es un excelente escritor que hace gala de un encomiable sentir y de una no menos encomiable destreza para trasmitir al que lo lee ese profundo sentimiento que embargan sus crónicas. Altamente recomendable su página en la web, que les sugiero visitar y deleitarse.
Justamente, su última incursión en las letras es una serie de disquisiciones sobre la violencia en que estamos inmersos, asimilando metafóricamente a los protagonistas activos y pasivos de ella con un estadio de fútbol. Me llegó muy adentro, y le hice el siguiente comentario:
Excelente, Néstor. ¡Menudo tema elegiste! Yo, como todos, sé que urge hacer algo pero no sé qué. Quizás lo primero sería no hacer algo como esto: hace unos meses estaba sentado en el auto en la puerta de mi casa, y vi a un compañero de fútbol (17-18 años) de mi hijo que caminaba por la vereda de enfrente y no me vio. En un instante se agachó a atarse los cordones, arrancó a correr agachado y le arrebató algo – supongo que la cartera – a una señora. En el primer momento quedé shockeado y no atiné a reaccionar. Después, encontré diversas racionalizaciones para no hacer nada.
Y no hice nada.
Eso es lo que creo que hay de dejar de hacer, el no hacer nada. No basarse más en “no es asunto mío, que se encargue la Policía”; “si me meto capaz que me ligo un chumbo”; “si la Policía no hace nada, como ocurre muy seguido, mañana me rompen todos los vidrios del auto”; y demás convenientes y confortables etcéteras.
Una buena cosa sería que los medios, así como difunden obscenamente los actos de violencia, lo hicieran además con placas subliminales intercaladas que dijeran:
¿CUÁNDO CARAJO VAMOS A EMPEZAR TODOS A HACER ALGO?
Un abrazo, Chueco, y de nuevo gracias por el disfrute del sábado.

    
         Sebinamar


27 de mayo de 2012

Las cartas sobre la mesa

Para que cuando lean, no se pregunten de donde vienen las balas











Soy Floridense hasta los tuétanos.
Ah, también soy Uruguayo.
De los cuadros grandes soy hincha de Candil.
De los cuadros chicos, soy socio vitalicio de Huracán Buceo.

El ciclismo es uno de mis deportes preferidos y lo sigo, tanto el uruguayo como el internacional.
Prefiero el mate amargo, pero un dulce con café y naranja, no me molesta.
El vino que más me gusta… son todos.

Abandoné las alpargatas solamente porque me duele mucho la espalda cuando ando mucho.
Para mí el Barrio San Cono es mi barrio.
El monte, la canoa, las caminatas a campo traviesa con calor o con nieve, me fascinan.
No cazo ni pesco, pero remo y saco fotos.
La Macana y Berrondo mis parajes preferidos, y me gusta ir a pie.

Me gusta la Fraternidad Frenteamplista de Florida FFF, y los votaría con gusto.
Comparto lo que escribo, aunque sé que no lo hago bien, pero lo hago para mí, y al que no le guste que no lo lea.
He recorrido todo el Uruguay varias veces, y gran parte del mundo, en todos lados encuentro belleza.

Tengo un hermano, Ruben, que es parte de mí, a la distancia, pero cada vez más cerca.
Vivo en un mundo de nostalgia, el dolor de la distancia lo curo compartiendo mis vivencias con mi pueblo.
La vida me ha dado muchísimo y de todo lo que he hecho y andado, cambiaria muy poco, casi nada.

Venero a los amigos.
José, una mezcla rara de judío casi ortodoxo, turco y catalán, es mi hermano espiritual y venero su amistad.
Mis nietas, Lara y Amia son mi debilidad y tengo afiliación con el club de abuelos babosos. Malena también es mi nieta, por elección, y ella lo sabe.
Mi padre Juan y mi madre Diadema, fueron un raro tronco que me parió con alas.

Mis hijos son Cuimbae, Anahi Copihue y Cuarai, un trío inigualable, mi pasado, mi presente y mi futuro.
María, la mamá de Malena nunca falta cuando de familia se trata.
Mi raíz, Titina, la compañera eterna de mis andanzas, mi Sancho, pero también mi Quijote, juntos hemos batallado contra muchos molinos, hemos perdido y hemos ganado, pero siempre juntos.

El Tordillo

24 de mayo de 2012

La Florididad





CAPÍTULO 8






¿Cómo somos los floridenses?

Hábiles de poco esfuerzo- solidarios- creyentes pero no tanto, festejadores, copiones pal negocio , pescadores, ilustrados y deportistas.


Comienza el siglo XX.

“La voz de Florida” el 2 de agosto cuenta que se está estudiando donde construir un puente sobre el Santa Lucía.
Hablan de un lugar entre el Paso de los Dragones y la Calzada.
La cabecera sobre  la Piedra Alta era una de las dos posibilidades.

¡Pa qué le pegaste al perro!
¡¿Cómo que van a usar la gloriosa Piedra Alta para apoyar un puente?! -se preguntaban ofendidos algunos.
Más bien que sí- decían otros. No sean tarados, así nos ahorramos un pilar.

Las opiniones de unos y de otros empezaron a aparecer.
¿En la Junta administrativa?
No
¿En el Cabildo?
No
¿En la plaza?
No
¡En la prensa!

En 'La voz de Florida' se despachaban con gusto y desde el anonimato.
En el periódico El Liberal aparecía  la opinión de la juventud universitaria que defendía la conservación de la Piedra Alta.
Algunos -como Atilio- con seudónimos se despachaban con cartas duras al respecto.

La batalla se daba en los medios.
Es el origen de las llamadas a Del Castillo para que solucione los problemas de la ciudad.
Son los primeros amagues de los mensajes de texto sin firma a las radios.

MEDIÁTICOS
Esa es la palabra.
Más mediáticos que  Da Silveira, Puglia y el Piñe… licuados con banana y leche.


Hábiles de poco esfuerzo- solidarios- creyentes pero no tanto, festejadores, copiones pal negocio , pescadores, ilustrados , deportistas y mediáticos.

Marciano Durán




20 de mayo de 2012

Valentín Arismendi Gordon

Este domingo 20 de mayo se cumplió un año del fallecimiento de Valentín Arismendi Gordon. Néstor Vaz, uno de los tantos compañeros que tuvo a su lado en las jornadas de fútbol, escribió en su blog, el 22/5/2011, una nota que reproducimos hoy en un homenaje a alguien que será inolvidable para todos los floridenses.



(Post que quizá quienes no vivieron en la Piedra Alta no puedan comprender el vacío que deja la ausencia de una voz para quienes convivieron con ella durante décadas.)

 
Hay momentos en la vida de todo ser humano en que la muerte –eso tan extraño que siempre visita casas lejanas- parece ensañarse con tus murallas defensivas y golpearlas con saña concentrada, con la fuerza de los piquetazos lentos que rompen –por cansancio- hasta las rocas más duras.
Me gusta tanto la Vida que nunca pensé en amistarme con la Muerte, considerada esta como el cese de mi pasaje por este Planeta. Nunca iría a tomar un café con ella y hasta por instinto trato de que no ande muy cerca mío. Pero, no dejo de reconocer que por estos tiempos anda a los balazos conmigo, y que las balas pican cerca….
Hace poco más de un mes llamó a mi padre. Hace pocos días un accidente de auto se llevó a una de mis compañeras de la escuela. Ayer  tronchó la vida de mi amigo Valentín Arismendi Gordon. Y para quien sea de Florida, o conozca algo de esa Sociedad, solo con el nombre de Valentín ya sabe a quién se refiere.
Un hombre multifacético, de gran vitalidad, y con muchas cualidades que por estos días se han enumerado biográficamente en los medios floridenses. Pero yo quiero recordarlo aquí en dos facetas que me tocan de cerca. Una, la musical. Poseedor de una potente voz de barítono, muchos floridenses escucharon emocionados desde el altar de la Catedral cuando Valentín entonaba el Ave María en su casamiento. Estoy entre ese grupo: allá por marzo de 1974, fue el regalo que él me hizo….
Noche de fútbol y en la cabina del estadio Valentín posa en la foto junto a
 Julio Guarnido, Edgardo Ferreyra, Néstor Vaz y Alejandro Monti.

Pero además del Ave María, no debe existir floridense que viviera por allí por esos años que no se emocionara con su solo en la popular Marcha a Florida, que Valentín grabara con la Murga La Vascongada. Cuando en las tardes de los sábados de verano, los parlantes recorrían las callecitas de los barrios convocando a los floridenses al Estadio, la voz de Valentín trasmitía emoción y comenzaba a poner adrenalina a la espera de un triunfo de la albirroja.
Y es precisamente esa canción el puente con la otra faceta mas destacable de Valentín Arismendi Gordon: la de periodista deportivo. Su voz fue sinónimo de radio, con él vivimos momentos inolvidables del futbol floridense. Son quizá muchos cientos de futbolistas los que hoy deben recordar con legítimo orgullo a aquella voz potente y clara diciendo sus nombres….
Y tuve la suerte de haberme permitido trabajar a su lado. Me sentía honrado de ser notero de aquel equipo que el encabezaba, junto a mis amigos Edgardo Ferreira, Julio Guarnido, Alejandro Monti, Walter Hugo Sisto, en su programa “Onda deportiva” de la vieja CW33 Difusora Florida. Aquella de Santiago Ferreri, del Rubio Alaniz, de  Daniel “Chula” García, de Mingo Giordano, de Pirulo Soria….Mientras él relataba en el Estadio, yo pasaba los datos desde las canchas. No había celular, y desde la cancha de Candil me esperaba el sereno de la Lanera que me dejaba usar el teléfono para pasar los datos del primer tiempo y al final del partido…..Y si era en la cancha de Nacional, subir el repecho hasta el quisco policial de la Capilla....
Y las salidas por los estadios del Sur, llenas de anécdotas que acortaban el viaje de regreso.
Tuve el privilegio de ser su invitado en el festejo de sus 80 años. Allí lo vi vital como siempre. No pude acompañarlo en su viaje final de hace dos días. Y por eso mando mi abrazo a toda su familia.
Y tengo que reconocer que será cierto que su voz se apagó, pero que también lo es que quedó grabada en la memoria de todos los floridenses. Mientras esto escribo, suena cerca mío el Himno a Florida aunque, la verdad,  no lo necesitaría; creo que no preciso ni atril ni partitura porque esa música con la voz de Valentín son de esas cosas que ya están metidas en mi alma.

Néstor Vaz

17 de mayo de 2012

Gustito a casa











Hay cosas que te traen a la mente otras épocas, otros sabores, otras vivencias; para mí el gusto de las comidas es un punto de referencia que siempre me lleva a la cocina de mi madre y de mi abuela, a los tucos del Tango Bar, a los guisos de arroz con perdices… casi siempre cocinados al lado de un alambrado y a la sombra de un monte de eucaliptus.

Mamá sabía cocinar con poco y con mucho, los ingredientes que faltaban no importaba, siempre de alguna manera u otra, ella encontraba ese gustito que la caracterizaba. A mi padre le gustaba envasar cosas, tomates, morrones, salar cazón, los ajíes eran su especialidad… Siempre alguien estaba preparando algo, fuera cosechado, pescado o cazado… Yo de cierta manera trato de mantener esa tradición familiar viva y degustable.

No sé ni cómo se llama, pero en casa se preparaba una salsa de tomates que se usaba para acompañar el puchero, o tirar una cucharada en la sopa, yo también se la agregaba a los “refuerzos” de fiambre o de butifarra, cuando lo que sólo había era pan, lo untaba con esta salsa y me llenaba la panza de placer y a gusto.

Hoy día en mi casa, lejos de la casa y el país paterno, sigo preparando ese manjar, que además de darme satisfacción culinaria, me da un desahogo espiritual. El gran problema es que se corre la bola, resulta ser que ese que era mi manjar predilecto, era más común de lo que yo creía, pero la gente de mi generación nunca se preocupó en aprender a hacerla, por lo tanto, no importa la cantidad que haga, nunca alcanza.

Nunca falta un amigo que pasa por la casa y al retirarse, como sonseando me larga un… ¿te queda algún frasquito de la salsa para el puchero?...

Esta es la época en que la hago, pero este año, alguno de “mis clientes”, propusieron que la hiciéramos juntos, con el propósito de aprender los secretos de ese “gustito a casa”. Con Altamir Martínez y Walter Bizera, ya trituramos unos cuantos canastos de tomates, ya están colgados los bolsones en un árbol del fondo de mi casa, secando y fermentando.

Una fuente de tallarines verdes nos acompañó después del trabajo preparatorio, no faltó el vino ni el whisky. El viernes o el sábado nos volveremos a reunir para llevar a cabo la segunda parte del proceso, por supuesto que ahí tampoco faltará el vino y un asado… Pero lo que le dará más que nada ese gustito a casa, no son los ingredientes que le pondremos a la mezcla. El gustito se lo da la compañía de los amigos, la nostalgia, los cuentos y las historias que nos traen esas reuniones donde los uruguayos buscan encontrar ese “gustito a casa”.

Algunos de los que no vinieron, igual ya tienen el pan y la cuchara a mano. Esperemos que salga bien.

El Tordillo




14 de mayo de 2012

Che, qué están haciendo ahí?!!!










Sinceramente, ya no aguanto más.
Florida ya no es lo que era. Ya tenemos la droga, la violencia y la inseguridad instaladas cómodamente entre nosotros. El último episodio, con la muerte de ese pobre adolescente en Sarandí Grande nos ha dejado pasmados a todos.
Ahora, lo más preocupante es la participación de los jóvenes en el tema. ¿Qué pasa con los adolescentes? Es lo más probable, como dice Marciano, que uno esté entrando en la categoría de viejo choto, pero no me van a negar que hay cosas que superan la paciencia del más jobino (por Job, el patriarca de la paciencia, que se hizo famoso por lo finitas que le salían las hojillas de papel).


Uno entiende, son otros tiempos, es lo que nos toca vivir, y sobre todo es lo que les está tocando vivir a los pobres adolescentes, con su permanente nube de pedos en la cabeza, provocada por el vértigo de la globalización, los cambios permanentes, súbitos y efímeros, en fin, toda la parafernalia en que están inmersos.
Pero hay cosas que no se puede, creo que se les está yendo la mano. Indudablemente yo debo tener una guachofobia – capaz que se podría decir “hateen” – y me siento culpable por ello, pero me sigue haciendo calentar cuando detecto (y detesto) cosas como lo que les voy a mostrar.
¿Vieron que los médicos son famosos por la letra espantosa, que hace sufrir a todo el que pretenda leerlos, y en especial a los funcionarios de farmacias? Yo llegué a conocer a uno que tenía una mosca amaestrada, le mojaba las patas con tinta (eso sí, Parker, ¿eh?) y la soltaba arriba del papel. Y le respetaba bastante bien los renglones, cuando los había.
Siempre opiné, buscando encontrar una explicación a tal fenómeno – mejor sería decir a tales fenómenos -, que, dado que la escritura es esencialmente un medio de comunicación, el escribir tan mal revela una enorme dificultad para la misma.
Veamos, la comunicación implica más de un paso. Implica la emisión del acto comunicativo, la trasmisión del mismo, la recepción por parte de aquéllos a quiénes va dirigido y la comprensión de lo expresado. Si uno de los 4 falla, no hay comunicación.
Da la impresión de que dichos fenómenos se quedan en el primer paso, el segundo y tercero en general no depende de ellos, pero ¿qué pasa con el cuarto? Bueno, puede suceder que por el tipo de personalidad del escribiente – hosco, introvertido, apocado y los etcéteras que quieran agregarle –, o bien porque realmente al señor le importa un absoluto carajo, bledo, ardite (y si les quedó algún etcétera agréguenlo) que le entiendan lo que escribe. Porque total, Él está más allá del bien y del mal, debe cumplir con su excelsa misión en este mundo y no se va a estar preocupando por esa nimiedad de hacer letra clara. Escribe porque lo obligan las circunstancias, los demás que se arreglen como puedan.
Ojo, me consta que hay galenos que escriben de forma totalmente legible, nada más lejos de mi espíritu que provocar la ira de los justos. Ahora, si uno conoce un poco el siquismo de los unos y de los otros, daría para pensar que de las dos probabilidades antedichas, sería la segunda la causante del trastorno.
Ustedes pensarán ¿y eso que tiene que ver con los adolescentes? ¿A dónde quiere ir a parar este tipo?
Bueno, creo que el sector adolescencia de la raza humana está afectado por el mismo problema. No sólo la comunicación, da la impresión que todo les importa un carajo, porque se llevan al prójimo por delante en las calles, aceras, salas de espectáculos, donde sea, como que ignoran el mundo que los rodea, o bien todavía no saben que la materia es impenetrable. Pero es en su escritura donde se aprecia el asunto.
Este es un ejemplo real, de una coterránea nuestra, aparecido por supuesto en el Facebook  (que parece la concha de la ostra, porque está repleto de perlas como la que sigue). Aprontensén y leanlón:

aii muxaas graciias a toos!!! ii graciias a los q m hicieeroon el aguantee!!! :) encerio rere buena ondaa!! es rer linda la experiienciia ii la verda m rere divertiii.. :) graciias x too!! a la intendenciia amiis compañeras a el peluqueroo a las maquilladoras.. y a regaloo q m dio toos los accesoriios.. jaj !!a too el barrio q m apoyo i a la gent q m ayud xra podr anotarm.. jajaj ya pase el chivoo..!! un bsoo


¿No es maravilloso? Les juro que no puedo parar de leerlo – o sea, intentar leerlo – y releerlo, y cada vez me gusta más. Es como una bebida Cola, tomás un vaso y no podés parar de seguir tomando, tá D+, sabélo!!!:)
¡Puaj!! ¡ii ad+ ees peegaadiiso,  ¡socorro!!!
 A ver. Partamos de la base de que esta persona adolescente (la verdad que adolece de varias cosas) puede que tenga un teclado tartamudo sólo para vocales, lo que explicaría parte del fárrago. Otra razón sería la de reducir el tipeado para ahorrar tiempo, no sea cosa que se pierda alguno de los sopetecientos cambios que se van a producir en los próximos 10 segundos, vaya a saber sobre qué temas o aspectos de su vida, pero no importa, hay que estar informado a full.
Ahora, esos argumentos pierden validez por varias cosas:
- teclado tartamudo no tengo visto, diría Juceca.
- bastaría con dos signos de admiración al final de cada conato de frase.                              
- se podría haber usufructuado la contracción “al” en lugar de poner “a el peluqueroo”.
- “ay” en lugar de “aii” ahorraba un teclazo por vez, además de ser lo correcto, pero esto último no se tiene en cuenta para nada. Claro que el teclazo lo recuperó con el “encerio”, salvo que haya querido poner encierro.
- no me pronuncio sobre los :) porque no sé que caramba quieren decir. ¿Qué caramba quieren decir?
Por eso lo del título, que lo elegí  porque me parece que les puede llegar. Suena como de una mamá que encuentra al nene con la vecinita de al lado con la pollera levantada, ¿no? Y ahí se termina todo y de nuevo a jugar al ta-te-ti.
Finalmente quiero dejar sentado que si la que perpetró esa cosa en el FB lee esto que me putee todo lo que quiera, pero a lo mejor le sirve para darse cuenta que si sigue así va a terminar como en una isla desierta, jugando a la conga mano a mano con un espejo apoyado en la palmerita.
Sí, ya sé, ¡andácgr, viejo cht!!!

¡Me gustan los estudianteees…!!



Sebinamar




10 de mayo de 2012

La Florididad



CAPÍTULO 7








Hábiles de poco esfuerzo, solidarios, creyentes pero no tanto, festejadores, copiones pal negocio , pescadores e ilustrados.

Sí… porque cultura tiene muchas variantes.
La cultura física por ejemplo.
Esa sí, notoria identificación de los nacidos en esta parte de la patria.

Si algo nos ha distinguido desde el principio mismo de nuestra historia ha sido nuestra afición al deporte:
Cuenta José Monti desde su libro “Deportes y Juegos” que recién nacido el siglo XX (1905 para ser más exactos)  el periódico La Ley daba cuenta de la creación de la “Sociedad Floridense Football Club” y aparece allí la primera referencia a este deporte.
En el año 13 se funda Peñarol y en el 14 Nacional.
Por esos mismos años el liceo tenía 12 alumnos.
A ver…otra vez, digámoslo otra vez.
Para el año 14 había por lo menos 3 cuadros.
Por lo menos.
11 por equipo da: 33 orientales.
Si le sumamos los suplentes y los pataduras seguramente estamos hablando de medio centenar de futbolistas.
Lo decimos otra vez: 50 en la cancha y 12 en el liceo.
Se nos empezaban a asomar algunas costumbres.

En el 22 se funda Atlético.
En el 23 (10 años después de que apareciera Peñarol) los floridenses creamos el cuerpo de bomberos.
¡Teníamos quien prendiera el fuego pero no quien lo apagara!
Hacía rato que le dábamos a la pelotita cuando el primer bombero salió con una manguera.
 Se nos cayó el puente por aquellos años y no había bomberos para ayudar pero… unos picados en la playita que ni te cuento.

Y habrá que buscar para atrás en el almanaque a los antepasados del pajarero y más aún de esta nueva costumbre de los floridenses de salir a la rambla y a la ruta a correr.
Habrá que remontarse con José Monti al 1885 cuando  aparece la primera carrera por la calle Independencia entre el Hotel Lara y el Hotel Morixe.
Escucharon bien…dos hoteles en Independencia.
En eso fuimos para atrás.
Y allí, en esa calle -cuenta Monti- se disputó….¡una carrera de rengos!
No podés creerlo.
Sólo en Florida.
Una carrera exclusivamente para rengos.
Si no eras rengo no te dejaban correr.
Dicen las malas lenguas que hubo uno que se hizo el rengo para poder participar.
Y dicen que ganó y que se vio obligado a seguir rengueando por años hasta que finalmente se fue del pueblo.

Habrá que buscar allí, por esos días, a los antepasados de los mil y pico de rengos que salimos a pasar vergüenza en la 8 k por las calles del pueblo.
Y pasando por un solo hotel.
Sí, DEPORTISTAS, los floridenses hemos sido siempre Deportistas.

Marciano Durán





5 de mayo de 2012

Hola a todos

Son muchos, floridenses o no, los que en estos días después de mucho tiempo han vuelto a visitar Florida Online, a dos meses ya de haber realizado los cambios que anunciamos oportunamente. También son muchos los nuevos visitantes que no conocían la página y por intermedio de otros, o de casualidad, ahora la conocen.
Para ellos, los que volvieron y los que recién nos visitan, para interiorizarlos de qué se trata Florida Online y el por qué de los cambios, es que queremos repetir el mensaje que publicamos en esta sección el día 5 de marzo, día del cambio:

Hoy comenzamos una nueva etapa en Florida Online, que no es ninguna novedad porque en realidad ya hemos comenzado varias Nuevas Etapas a través de estos 8 años y pico que tenemos de sobrevivir en Internet tratando de servir de nexo, de apoyo, de información, a los floridenses que están aquí y a los que están desparramados por el resto del país y por diversas partes del mundo.
A partir de hoy iniciamos una nueva serie de cambios con la finalidad de modernizarnos y ponernos a la altura de estos tiempos que corren cada vez más rápido. Hace 8 años fuimos los primeros, pero ahora ya no estamos solos, son unos cuantos los medios de prensa floridenses que han aparecido en la red de redes, creados por excelentes periodistas ávidos de informar lo que está pasando. Y lo hacen bien. Entonces renovarse es un deber y una necesidad para no quedar rezagados en las preferencias de la gente. Por eso hemos creado unas cuantas nuevas secciones esperando que sean del agrado, pero más que nada de utilidad, para todos ustedes, que son en definitiva quienes las van a usufructuar.
Pero antes queremos que sepan algo que pocos saben, algo que pasó en su momento y que pasó desapercibido para casi todos, pero no para Alberto Pintos (el Tordillo), que se preocupó por lo que ocurría, nos llamó desde Canadá y hasta publicó en su blog una historia cortita al respecto, en el mes de octubre del año pasado, que queremos reproducirla:

Los negativos

La fuerza de lo negativo es muchas veces más grande que las ganas de hacer las cosas bien, es increíble pero muchas veces el impulso de gente bien inspirada, se siente aminorado o truncado por los contras de siempre.

Esta semana, llame por teléfono a un amigo que por años, ha puesto un esfuerzo muy grande para mantener al día y vigente un sitio web, que ha sido un referente para floridenses, fuera y dentro del país. Al ver que el sitio a veces pasaba días sin renovarse, entré a preguntarme si habría algún problema de salud que lo estuviera afectando, eso fue lo que me hizo levantar el teléfono para comunicarme directamente con él.

“Mira, Tordillo, lo que pasa es que me estoy dedicando un poco más a mí y a la familia, a hacer las cosas que hace años que no hago por prestarle tanta atención al sitio, me acostumbré a pasar horas todos los días frente a la computadora, para mantener algo vigente y coherente, pero con el paso del tiempo veo más, que son muchos más los que critican que los que apoyan, y eso a la larga te cansa y te vence.”

Es increíble, pero es así, aquellos que generalmente no hacen nada, o nunca tuvieron una idea propia que llevaron a la práctica, son los que más entorpecen la marcha. Son los que critican, los que ponen palos en las ruedas, los que siempre saben encontrar las deficiencias, pero nunca tienen sugerencias que sirvan para mejorar o progresar.

Los avisadores cada vez son menos, pero los gastos para mantener un sitio web, con pretensiones de ser bueno y eficiente, cada vez son más, los que a veces pasábamos por “la chanchita”, para dejar un óbolo que aunque fuera pequeño siempre ayuda, ahora nos hacemos los “chanchos rengos”. Eso lleva a cualquiera a pensar que su tarea no es importante, que el esfuerzo y el tiempo que se le roba a la familia y a los amigos, puede ser mejor utilizado.

En realidad son los negativos los que cansan, pero los otros, los que dejamos que las cosas rueden y no nos preocupamos por dar una palabra de aliento, o el apoyo económico que dejamos de brindar por creer que todo está bien, somos tan culpables como los primeros.

Me hace acordar de una frase que aparece en un poema de Tabaré Etcheverry que dice:
“No fueron los asesinos, fuimos nosotros, que lo dejamos morir por ser tan pocos”.


El Tordillo

 

 

Nada se le escapa al Tordillo; con la sabiduría que dan los años el hombre sospechó que algo no andaba bien y llamó “al amigo que por años ha puesto un esfuerzo muy grande para mantener al día y vigente un sitio web” para ver qué pasaba. Y no se equivocó el canadiense amigo: Florida Online estaba en esos días “en vías de extinción”. Estábamos cansados de tanto esfuerzo sin resultado económico y, principalmente, sin apoyo humano, recibiendo más críticas que elogios, más reproches que aliento, más palos en la rueda que ideas para mejorar. Entonces habíamos decidido abandonar la página web, algo que se iba a hacer de a poco, eliminando secciones (como estaba ocurriendo) hasta llegar al final de Florida Online.
Pero no, no pudo ser. Repentinamente volvió a aparecer la misma fuerza con la que habíamos creado el sitio hace 8 años, una extraña fuerza que nos hizo dejar las pálidas a un lado y nos animó a volver a hacer el intento de ser la referencia que éramos antes para todos los floridenses.
Y aquí estamos, adaptándonos a las circunstancias, con nuevo empuje, nuevos aportes, nuevas secciones, con el mismo entusiasmo de antes y con la esperanza de que nuestros lectores, cuando encuentren algo que no les gustó, o que está mal, nos lo digan con espíritu constructivo, para mejorar o corregir el error. Florida Online lo hacemos nosotros, pero sin ustedes, no existe.
Gracias, esperamos que disfruten de las nuevas secciones.

El Dire



2 de mayo de 2012

¿Cuestión de costumbres o cultura?










Todos los días en diarios y radios de Florida, se escucha la eterna letanía sobre los basurales y la suciedad de la ciudad en general.
Creo que el problema no radica en la intendencia, el intendente o ninguno de los personajes que se dedican o tienen la obligación de mantener la limpieza en la ciudad.
Yo vivo en una pequeña ciudad de aproximadamente 40.000 personas, en las afueras de una gran ciudad de Canadá. El recolector de residuos pasa de la siguiente manera: todos los miércoles para recoger todo lo reciclable. Plásticos, vidrios, metales, papeles y cartones, se depositan en unas cajas azules. Todos los reciclables orgánicos, comidas, grasas, pañales de papel, y todo material orgánico degradable, se ponen en un recipiente o caja verde. Repito, esto lo recogen una vez por semana.
Cada dos semanas, recogen todo el resto de materiales que sean considerados “basura”, incluyendo muebles o escombros, todo eso debe ser preparado debidamente para que el recolector pueda manipularlo con facilidad, ya que es una persona sola que recoge y maneja el camión al mismo tiempo.
Hace 40 y pico de años que vivo en este país; cuando recién llegué, hacían la recolección todos los días, como en Florida, de a poco nos fueron enseñando y educando para cambiar el sistema paulatinamente.
En todo ese tiempo, nunca, repito, nunca vi que se creara un basural en una esquina, o que un vecino sacara su basura en el día que no le corresponde. Los que vivimos en este país somos, la mayoría, inmigrantes que venimos de todos los rincones del mundo. En esto incluyo gente de países que tienen problemas endémicos de tratamiento de los residuos, como los países latinoamericanos o la India, Pakistán y China. Sin embargo todos nos hemos acostumbrado a seguir los sistemas que se nos plantearon, y a nadie se le ocurriría dejar su bolsa de residuos en la esquina.
Todavía más, sólo se puede sacar un límite de tres bultos por semana, después de ese límite hay que comprar unas etiquetas que indican que se pago la multa por exceso de bultos.
Imagínese, ver que un vecino tiene una sola bolsa, pero el de al lado tiene cinco, lo más común seria que ese vecino pusiera sus  bultos extras en la vereda del vecino para ahorrarse la multa. Bueno, eso no pasa, la gente conscientemente se reduce a su límite sin trampas o subterfugios.
Para finalizar, no creo que los gobiernos sean el problema en este tema. Si cada uno de los ciudadanos se pusiera como meta el que no haya basurales en su barrio, se lograría sin problemas. Lo único que se necesita es que todos y cada uno de nosotros, conscientemente se dedique a acostumbrarse o a educarse para erradicar el problema.
No depende del Pájaro, de Piccone o Peña. Es cuestión de Pedro, Maria, Juan y Jose.

El Tordillo