Y pasamos de ser la Capital Histórica del Uruguay a considerarnos la última cueva del país.
Así… sin términos medios.
Porque así somos a la hora de juzgarnos.
Cuando estamos acá no paramos de decir que esto es una aldea, que en Florida no pasa nada, que es chusma y que la gente es mediocre.
Que acá hay un techo del que no te dejan pasar, que acá todo es lento y todos se fijan que es lo que estás haciendo y hasta que ropa te ponés, que acá te envidian.
¡Qué chiquitaje Florida! Se escucha decir en reuniones trasnochadas de coterráneos.
Entonces te vas para afuera (no a vivir, un rato nada más) y le hablás a alguno que no sea de Florida y resulta que tenemos al mejor bandoneonista, y le hablamos de San Cono, del mosquito Pelusso, de la Piedra Alta, de Atilio Ancheta y del Pato Ferreri… porque somos lo más grande que hay.
Así, sin términos medios somos capaces de pasar de una situación a otra.
Porque nuestra autoestima sube y baja como las barreras de ….¿no hay mas barreras?
Lo que pasa que los que nos fuimos seguimos, pensando que los trenes pasan y pasan para Rivera y para el kilómetro 329, y seguimos pensando que la Cita parará frente al Heraldo y la Onda parará frente al Café y Lupita le gritará a Araujo que le gritará a Cacela, y entrará un perro y Cacela le dirá echálo y Araujo le dirá “cheñor che tiene ir, dice Cachela que che tiene que ir. Ciento diechinueve a los chiete”. Araujo… la cigüeña, no sabías nunca cuando vendría ni que te traería.
Y la cabina estará llena.
¡¡Y la Cabina!!! La cabina seguirá formando generaciones de floridenses, la cabina seguirá esperando al flaco Jhonny, y Ayala y Flores nos aguantarán con una coca por todo el día, y arreglaremos el país y el mundo en las madrugadas de la cabina. Y desde Marinaro el Tito Mastrángelo cruzará para el café porque Lupita le tiró con una chapita y la metió de cotelete por la puerta. Porque los que nos fuimos seguimos pensando que podemos ir a lo del gordo Papaleo a comprar unos adornos de cerámica para el día de la madre o a lo de Giordano, frente al mercado a sacar a crédito una polera o a Pif Paf a buscar unos gemelos para ir a Comander o a pedirle fiado a Enrique en La Vitrola.
Porque los que nos fuimos seguimos pensando que Ventanilla arrancará para el estadio, y Nino y el Gran Capi mirarán asombrados como el Pocho trepa y trepa por las paredes en bicicleta, y los Creedence se escaparán por las ventanas del Poder Joven, y Barcia se irá para Buenos Aires con camiseta de Peñarol porque se enteró que se termina el mundo, y Marquitos tomará mate con una bombilla de caña, y Jorgelina servirá la cocoa en la escuela San Cono, y en el Maravilla cantará Palito, y el agua de la Plaza de Deportes será más rica que cualquier Coca Cola, y cuando pases para el Tabaré el modocho te dirá “Adios dubio, donde vas?” y las media lunas de lo Pepito Pastorini nos estarán esperando y Uruguay dirá “de que acá no se oye nada padre”, y Lila gritará “Pedritoooooo a hacer los deberes”, y el vasco Jaurretche nos hablará de la vida, y Gabines se peleará con el Hurón y Victor Gasso recitará en la vieja difusora, y el nato se cruzará con Pedro vendiendo El Heraldo, y Mingo nos abrirá los vestuarios del 10 de julio, Valentín gritará una y otra vez los goles del sur, y Ayala nos dirá que Penano recién pasó corriendo, y el gallego Suarez nos preparará el traje pare el 25, y la petisa Niell saludará pasando hacia el club, y llevaremos una muestra de lana a Juanita en la Tiendita San José, y Pirincho chiflará sus avisos por independencia “El hipodromunicipal de Florida (chiflido) ha programado dos importante carrera” y pararemos una vez más a ver los pollitos BB de lo de Hernandez, y el flaco Pintos bailará al ritmo de su armónica, y el milico de palo marchará hacia la primera ,y quintana Ganso seguirá chocando aviones, botes y trenes. Porque Quintanas habrá muchos pero…
Ah!... Me fui lejísimos.
Marciano Durán
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